La Confederación CEOE CEPYME Salamanca vuelve a mostrar su preocupación ante el aumento del desempleo en Salamanca, pese a que septiembre es un mes tradicionalmente poco favorable para el mercado de trabajo de la provincia por el fin de los contratos vinculados a la temporada estival en el sector servicios.
Actualmente las empresas salmantinas no cuentan con un contexto económico favorable para desarrollar su actividad, circunstancia que afecta de lleno a la contratación y afiliación de nuevos trabajadores, debido a la gran incertidumbre económica y política, cuyo máximo exponente es la alta inflación.
El paro en Salamanca ha crecido en 204 personas, situándose la cifra actual de desempleados en 19.411, pese a que la provincia cuenta actualmente con 2.609 menos que en el mismo mes del año pasado, todavía marcado por la pandemia de COVID-19.
El mercado laboral salmantino ha vuelto a demostrar su gran dependencia de la evolución de los servicios, que han vuelto a marcar el paso al resto de sectores. Su mal comportamiento ha significado un crecimiento del desempleo, aunque la industria y la construcción hayan creado empleo.
Tampoco Salamanca ha cosechado buenos datos en la afiliación a la Seguridad Social. La provincia ha perdido 503 afiliados, compartiendo la tendencia general de las provincias de Castilla y León, salvo en el caso de Valladolid y Burgos que sí sumaron afiliados.
En esta ocasión, CEOE CEPYME Salamanca quiere subrayar la tendencia preocupante en la que se encuentra el mercado laboral de la provincia, debido a la gran incertidumbre a la que se enfrenta a diario su tejido empresarial, compuesto mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas (pymes).
El encarecimiento del endeudamiento, de los costes empresariales (suministros), unido a una rigidez regulatoria está impactando de forma significativa en la actividad de las empresas, lo que afecta de lleno al empleo.
Por ello, los empresarios salmantinos reclaman a las Administraciones a que dediquen sus esfuerzos a la creación de políticas económicas que impulsen la estabilidad empresarial de las pymes, incidiendo en aquellas que desarrollen su competitividad y productividad.
Además, la patronal se reitera en la petición de una reducción impositiva y cotizaciones sociales, con el fin de que estos incentivos supongan un revulsivo para la inversión y la creación de empresas, lo que conllevará hacer de Salamanca una provincia económicamente atractiva y con futuro.