ASTRACE presenta a la Consejería de Agricultura las medidas para el sector

La Asociación Salmantina de Tratantes y Cebaderos (ASTRACE) ha solicitado a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, el aplazamiento en la aplicación de la normativa referente a los movimientos de animales desde cebaderos calificados, manteniendo la que estaba vigente hasta marzo de 2020, lo que facilitaría las conversiones de explotaciones de cebo en explotaciones de trato a todos aquellos operadores que así lo soliciten.

Así se lo ha trasladado en una carta enviada esta semana en la que recogen una serie de medidas dirigidas a facilitar la supervivencia de estas empresas, eslabón fundamental en un sector económica y socialmente en el sector ganadero, que han visto fuertemente afectada su actividad por el estado de alarma del COVID-19.

Dentro de las medidas enviadas a la Consejería de Agricultura, ASTRACE incide en la necesidad de lograr la operatividad real del módulo ganadero (MOGA), ante la imposibilidad de validar las guías los fines de semana. A su juicio, el actual sistema es una “anomalía injusta y un anacronismo”, ya que no es operativo 24 horas al día, los 365 días del año (en torno a 120 días al año no podemos tramitar ninguna guía).

Asimismo, piden que se facilite el acceso a equipos de protección individual frente al coronavirus, ya que formamos parte de una actividad considerada esencial.

En materia económica, y con al fin de facilitar la supervivencia de las empresas, consideran necesario un programa de incentivos fiscales para todos los agentes implicados en el sector primario (tratantes de ganado, ganaderos, cooperativas y todos los operadores necesarios en la cadena de suministro y abastecimiento de alimentos) para intentar paliar el impacto del cese de actividad decretado.

Por otra parte, instan a la Consejería a adelantar el pago de las ayudas PAC 2020, así como una prórroga el actual marco presupuestario y reglamentario de la PAC.

Estas medidas, añaden, deben ir acompañadas de ayudas directas al sector productor (cebaderos y vacas nodrizas) para atenuar los efectos del descenso generalizado de la demanda y de los precios, que probablemente lleven a la quiebra de muchas explotaciones.

Finalmente, instan a la Junta a facilitar el cumplimiento de los trámites exigidos para impulsar las exportaciones a terceros países, tanto de carne como de animales vivos.