AESPAN y la Federación de Panaderos de Castilla y León alertan de que la escalada sin control de sus costes se traducirá en cierres de obradores

Representantes de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Panaderías (AESPAN) han mantenido un encuentro en Valladolid con la Federación de Organizaciones de Panadería de Castilla y León, a fin de analizar la situación compleja del sector para transmitir sus conclusiones en las futuras reuniones con los ministerios de Agricultura e Industria, así como buscar soluciones al crecimiento insostenible de los costes del sector que amenazan con acabar con la viabilidad de muchos obradores, especialmente de los situados en las zonas rurales.

En los últimos dos años, desde AESPAN se remarca que las panaderías salmantinas, en su mayoría, pymes con cinco trabajadores de media, han visto como los costes de electricidad y gas natural se han disparado un 200%, la partida destinada a gasóleo un 115% y la destinada a harina un 70%.

Pero los gastos no se quedan ahí, en este cómputo no se han tenido en cuenta otros incrementos de otras materias primas necesarias para la elaboración del pan, como por ejemplo la levadura.

“El sector de la panadería en Salamanca y en el resto de la Comunidad vive actualmente un gravísima situación económica que se ha acrecentado en el último año. Por ello, queremos implicar a todas las Administraciones para encontrar soluciones a una problemática que puede hacer que los pueblos se queden sin pan, ya que si seguimos así al panadero no le saldrá a cuenta elaborar y salir a vender sus productos, porque perderá dinero«, ha reflexionado Joaquín Marcos, presidente de AESPAN.

Sin embargo, la intención tanto de AESPAN como de la Federación de Organizaciones de Panadería de Castilla y León es seguir ofreciendo diariamente en los puntos de venta pan de calidad como se ha realizado en otras épocas difíciles, por ejemplo, durante los meses en los que estuvo activo el Estado de Alarma por la pandemia de COVID-19.

“Nuestro compromiso con nuestros clientes está fuera de toda duda y trabajamos todos los días para ofrecer el mejor pan. La panadería es una actividad económicamente viable, pero lo que necesitamos ahora mismos son herramientas que pongan límites a estos crecimientos inasumbiles de nuestros costes. No es justo que por causas económicas nos veamos obligados a cerrar y dejar de atender a personas en las zonas rurales con las que llegamos a tener un vínculo personal”, ha lamentado el presidente de la asociación integrada en CEOE CEPYME Salamanca.