El comercio exterior de la provincia continúa acumulando problemas en la cadena logística, que sufre cada vez más los efectos de la crisis sanitaria derivada de la pandemia del COVID-19.
Con la reanudación de la economía en el mes de agosto y el crecimiento de la demanda de transporte de mercancías se ha generado a nivel mundial una escasez de contenedores, que provoca retrasos en toda la cadena logística tanto para la importación como la exportación de mercancías.
Esta situación tiene mayor impacto en las pequeñas y medianas empresas, como las que caracterizan el tejido empresarial salmantino, que tienen dificultades para encontrar contenedores, especialmente el transporte de mercancías hacia China y EEUU.
El resultado es el incremento de los precios de los fletes que imponen las navieras, problemas logísticos en tierra y costes colaterales que pueden llegar a anular operaciones internacionales de empresas de la provincia.
“La situación que estamos viendo desde la Aduana de Salamanca-Citycesa es tremendamente complicada porque desde agosto se han duplicado los costes de las tarifas de las navieras y se incrementan los retrasos. Hay cierta preocupación porque se acerca la Navidad y es un periodo muy importante para las ventas de las empresas.”, explica el director de Citycesa, David Sánchez.
“Tememos que la situación continuará así durante el primer trimestre del año, hasta el Año Nuevo Chino. Desde Citycesa estamos trabajando en la contratación y planificación de estos transportes para encontrar a nuestros clientes la solución más adecuada y solventar los problemas en costes y de retraso en el transporte”, añade.