En los últimos años, los salmantinos han cambiado de manera notable sus preferencias a la hora de comprar un vehículo nuevo. Y es que la batalla contra el gasóleo ha tenido mucho que ver en esta tendencia. El anuncio de las Administraciones del aumento de impuestos por motivos medioambientales ha conseguido que cerca de seis de cada diez turismos nuevos que se matriculan en Salamanca en 2018 tengan como combustible la gasolina, según los datos de la Dirección General de Tráfico.
“El aumento de la eficiencia de los motores de gasolina, la retirada de bonificaciones propuesta para 2019 y las medidas que están adoptando ciudades como por ejemplo Madrid, penalizando su entrada en el distrito centro, ha cambiado la percepción de los salmantinos hacia el diésel en estos momentos”, explica Víctor Yenes, portavoz de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Talleres (AESAT).
Un horizonte bien diferente si se tiene en cuenta los datos del año 2015. Tres años atrás, más de seis de cada diez coches vendidos eran de gasóleo. En 2016 se certificaría el último año de su reinado en Salamanca: de los 9.762 vehículos matriculados ese año el 44% era gasolina. A partir de esta fecha la distancia ha ido expandiéndose en su favor: en 2017, el 52% de los turismos matriculados ya utilizaban dicho carburante.
“Se trata de una tendencia nacional y la provincia no hace más que confirmarla. Nuestras previsiones son similares a las que ha anunciado la patronal nacional de fabricantes, quien a principios de mes pronosticaba una caída de un 20% en la cuota de mercado del diésel”, recuerda Víctor Yenes, también secretario de la asociación integrada en CONFAES.
Renovación necesaria
El parque móvil de Salamanca, que actualmente cuenta con cerca de 175.000 turismos, mantiene al diésel como combustible mayoritario (62,2% del total), gracias a años en los que los compradores lo preferían por sus menores cifras de consumo y un precio más bajo a la hora de repostar.
Sin embargo, a juicio de la asociación que representa mayoritariamente a los concesionarios y talleres de la provincia, el verdadero problema al que se enfrenta el parque móvil de la provincia es su alta edad, superior a la media nacional situada en los 12 años.
“El parque móvil de Salamanca cuenta con una edad media de más de 15 años. A tenor de estos datos, desde AESAT consideramos que deberían existir planes con incentivos para la sustitución de los coches más antiguos que también son los más contaminantes y los menos seguros. Esta debería de ser la verdadera lucha de las Administraciones”, recuerda.
Nuevos combustibles
Nuevas opciones son los turismos eléctricos o los híbridos que utilizan fuentes de energía como el gas licuado del petróleo (GLP) o el gas natural comprimido (GNC). Los últimos datos de la DGT sitúan un crecimiento alcista que alcanzará en los próximos años el 9% del total de los turismos matriculados en Salamanca.
“Aunque la cifra es destacable, todavía nos mantenemos muy distanciados de las provincias más desarrolladas en este aspecto. Los coches híbridos con GLP o GNC son el presente (hay más de un centenar en la provincia) y los eléctricos el futuro en un plazo medio”, concluye el portavoz de AESAT.