Electricidad Coria: La segunda generación toma el testigo

En 1975, después de iniciar su carrera profesional en una empresa eléctrica de Salamanca, Francisco Coria decidió crear una pyme de instalaciones eléctricas en la localidad salmantina de Valdelacasa dedicada a satisfacer la demanda de la Industria de la comarca de Guijuelo: Electricidad Coria. Cuatro décadas más tarde, esta empresa reconocida por la Asociación AESLUX como una de las 12 pymes emblemáticas del sector por su 40 aniversario, afronta una nueva etapa.

Y es que, tras el fallecimiento hace varios años de una pieza importante dentro de Electricidad Coria como Tomás Coria (hermano de Francisco) y la jubilación del fundador ha comenzado la sucesión de la empresa en las figuras de David, Javier y Jaime Coria, segunda generación familiar, encargados de tomar el testigo.

“Se trata de una ilusión muy grande para mí, porque dejo a mis hijos y a mi sobrino un proyecto con el que ganarse la vida. También es una gran responsabilidad para ellos, ya que el cliente es muy exigente y valora la profesionalidad por encima de todo”, ha explicado el fundador de la empresa.

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En los próximos meses, Francisco Coria continuará apoyando la labor de sus hijos y de su sobrino, especialmente en cuestiones burocráticas. “Son muchos los trámites que hay que cumplir y el papeleo que hay que formalizar. La sucesión la iremos realizando poco a poco, pero sin pausa”, ha aclarado.

La larga trayectoria de Electricidad Coria se ha especializado, más concretamente, en toda clase de instalaciones eléctricas e industriales, alumbrado público, sistemas con iluminación led o mantenimiento de equipos de telecomunicaciones y aire acondicionado, entre otros.

“Tanto mi hermano como yo hemos ofrecido trabajo, calidad y versatilidad a empresas y particulares de Guijuelo. Nuestro mayor orgullo es haber mantenido a clientes con los que hemos crecido a lo largo de más de 30 años”, ha destacado el instalador electricista salmantino.

Finalmente, el fundador de una de las empresas de referencia en la instalación eléctrica y de telecomunicaciones para la comarca de Guijuelo confía en que el futuro deparará cosas buenas para sus sucesores. “El futuro es suyo y si hacen las cosas como se debe, no les faltará trabajo. Sé que dejo la empresa en buenas manos”, ha sentenciado.