Después de la polémica generada en el sector porcino tras el reportaje ‘Stranger Pigs’ del programa ‘Salvados’ de Jordi Évole, Gerionte Technology, desea explicar la realidad que existe en esta actividad, y señala que los numerosos controles, la normativa y la tecnología impiden este tipo de fraudes, además de la profesionalidad de los ganaderos.
Gerionte Technology, nacida en Salamanca en 2007, es una empresa dedicada a la diseño, fabricación y comercialización de soluciones basadas en la integración de diferentes tecnologías tales como RFID, desarrollo de software, dispositivos electrónicos, etc. para obtener productos y soluciones completas para el cliente, de manera que faciliten la gestión, selección y control de todo tipo de ganado.
Esta empresa trabaja con profesionales de toda España, países de Europa como Francia, Italia o Portugal y ha metido la cabeza en Latinoamérica (Venezuela, Panamá, Brasil, Colombia…) zona del mundo que quiere adaptarse a la normativa europea para poder competir mejor en el mercado y gozar de una mayor productividad.
«Mi opinión personal sobre el reportaje de La Sexta es que es muy sensacionalista y lo que busca es un tipo de impacto mostrando imágenes de una granja puntual. No se sabe nada más sobre los ganaderos, sobre la granja y el funcionamiento de la misma. Fue todo muy selectivo y con filtros», explica el director técnico de Gerionte Technology, Alejandro Cuesta.
Cuesta incide además en la exigente normativa actual de las explotaciones porcinas. «Hay condiciones de seguridad y de higiene para entrar en una granja; no puede entrar cualquiera, ni cuando quiera. Hay que pedir permiso y días concretos para visitas, no puede haber estado 48 horas antes en otra granja, hay que pasar por duchas especiales para evitar la entrada de patógenos, no introducir ropa ni material de ropa de la granja… mantener unas condiciones mínimas», asegura.
Todas estas restricciones se llevan a cabo para salvaguardar la imagen de la granja y por cuestiones de bioseguridad, para que «los animales no contraigan enfermedades y estén en un estado óptimo sanitario».
La normativa europea
En este sentido, Alejandro Cuesta, señala que en la Unión Europea «hay una legislación de las más estrictas en lo que a bienestar animal se refiere y es un ejemplo para todo. Nosotros también trabajamos en Latinoamérica, que intenta seguir el ejemplo de Europa porque aumenta la calidad de la carne y la producción».
Así, añade, “algunas de normas relativas al bienestar animal se centran en un espacio mínimo para cada animal, dependiendo de su edad, su tamaño o sus condiciones de producción”. «Por ejemplo, para cerdas gestantes, cada animal debe tener un espacio de 2,25 metros cuadrados, aunque para cada animal hay un baremo determinado y controlado».
Además, controles que periódicamente se realizan en las granjas «El ganadero no tiene por qué ser avisado de que se le va a hacer una inspección y no es necesario pedir una cita, aunque a veces sí se realiza para que el ganadero pueda tener toda la documentación agrupada».
El técnico de Gerionte Technology índice también en que «La ley de bienestar animal asegura siempre unas condiciones óptimas para el ganado. Por ejemplo, deben tener siempre a su disposición agua de buena calidad, un suelo especial y regulado para que no sufran daños en las patas, además de un espacio al que podemos llamar ‘enfermería’ o lazareto, que es el lugar al que van los animales enfermos o con algún problema sanitario. Así no contagian al resto».
Enfermedades y deficiencias
Por otra parte, y en cuanto a la polémica generada por las imágenes emitidas con animales con malformaciones y enfermedades, señala que como en otros sectores existen animales con malformación, sobre todo con la calidad genética que tienen cada vez más los animales, provocando que quizá sean más débiles ante cualquier enfermedad. «Precisamente por esto hay que extremar las precauciones y por eso todos los cerdos con enfermedades graves que ponen en riesgo a cualquier otro o los que se mueren, se incineran», asegura Alejandro Cuesta.
En este sentido, añade que la normativa señala que debe ser una empresa externa la que se encargue de los cadáveres y a su eliminación. «Existen empresas dedicadas a esta actividad, que acuden a la explotación a retirar el cadáver que, previamente se introduce en un contenedor especial para este fin». Asimismo, señala que en las explotaciones porcinas hay personal personalizado dedicado a la inspeccionar los animales y “separar los puedan tener algún tipo de problema. Se trata de un doble control», explica Cuesta.
De este modo, «es muy difícil que un animal enfermo pase a consumo humano. No hay ningún sistema infalible, claro, pero la probabilidad es muy baja porque existen unos controles muy exigentes».
Estancia de los animales
La tecnología llega a cada vez más profesionales del sector, que deben cumplir unos requisitos en sus granjas y Gerionte Technology se encarga de facilitar este tipo de material y los últimos avances. «Los cerdos, en este caso, cuentan con un alojamiento adecuado, con su espacio correspondiente con el fin de facilitar el descanso del animal. Su temperatura es más o menos estable y se ajusta para su estado óptimo. Al igual que reciben agua de calidad en todo momento, también se les facilita la cantidad de comida adecuada para cada animal para que nunca exista un déficit o exceso en la alimentación». Por tanto, los cerdos comen cuando deben, descansan y están «en unas condiciones de vida muy óptimas», añade el director técnico de Gerionte Technology.
Control en todo momento
¿Cómo controla todo esto el profesional? Ahora, y con la tecnología que cada vez cuenta con más avances, el ganadero puede saber las condiciones de cada cerdo en todo momento, «a través de una aplicación. Cualquier anomalía puede ser detectada y poder así solventarla al instante».
Una pyme en expansión
Esta empresa creada en Salamanca hace ya 11 años tiene como objetivo integrar la tecnología que existe para crear soluciones completas para los ganaderos, de manera electrónica o de lectura mediante radiofrecuencia o software para conocer las necesidades de cada ganadero y de cada granja.
De hecho, existen programas para cada profesional «y lo que intentamos es adaptar la tecnología a su tipo de producción y sus necesidades para lograr más calidad y productividad».
«El profesional que apuesta por Gerionte para el bienestar animal, es un perfil de ganadero con miras de futuro y de visión no tan tradicional como hasta ahora, ganaderos empresarios cada vez más jóvenes que se preocupan más, ya sean granjas pequeñas o de mayor tamaño», concluye el director técnico, Alejandro Cuesta.