El motivo de esta convocatoria es informarles de que el pasado viernes solicité a la Junta de Castilla y León que convocase elecciones anticipadas a la Cámara de Comercio.
Las Cámaras de Comercio atraviesan un momento difícil desde que en 2010 el Gobierno las dejase sin un marco legislativo estable y sin financiación. A pesar de todo en la Cámara de Salamanca hemos conseguido con un impresionante esfuerzo de los técnicos y de los plenarios continuar con la actividad e incluso emprender proyectos y mantener el tono vital mientras veíamos que a nuestro alrededor cerraban o se mantenían bajo mínimos por inanición.
En el centro, el presidente de la Cámara de Comercio, acompañado de miembros del Comité Ejecutivo
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El actual mandato de las Cámaras de Comercio terminó hace ya más de un año y se determinó que sus presidentes prorrogaran su mandato hasta que se aprobase el nuevo marco normativo que las iba a regir. (Ley de Cámaras de 1 de abril de 2014)
Sin embargo, en la actualidad todavía no sabemos la fecha en la que se abrirá el proceso electoral.
Por otra parte, a nadie se le oculta que desde que nos hicimos cargo de la Cámara y sobre todo en los últimos tiempos, hemos sido “castigados”, por la defensa a ultranza que hemos hecho de las empresas y la unidad empresarial, muchas veces, por el simple hecho de no estar de acuerdo con el discurso oficial.
Se ha hecho una intensa defensa de la empresa ante las administraciones públicas.
Aunque nos haya generado críticas, hemos sido diligentes a la hora de denunciar por ejemplo el Caso Malotas, el Caso Fomento (de los contratos negociados sin publicidad) o la situación de IFESA.
Hemos sido capaces en unos años en los que no ha habido la cuota cameral continuar ofreciendo servicios y jornadas, cursos y seminarios, acciones de apoyo a sectores claves como es el sector comercio con campaña animación navideña.
Como os decía, he dado este paso porque he cumplido los objetivos que nos marcamos en el Comité Ejecutivo y en el Pleno de aprobar un reglamento y la liquidación de cuentas auditadas, y de conseguir unos ingresos que garantizasen el funcionamiento de la Cámara. A nadie se le escapa que las presiones y los chantajes han conseguido en este último periodo debilitar los órganos de gobierno de la Cámara. Y debo decir que todo esto se ha producido de forma planificada y con métodos más propios del caciquismo del siglo XIX que de la institución que todos desearíamos que fuera la Cámara.
Los últimos acontecimientos, que todos conocen, han ido dirigidos a menoscabar la imagen de una institución que no se lo merece y premeditadamente hacerla ingobernable. Después de reflexionar sobre la mejor solución, para que no se pierda lo atesorado durante estos 125 años de historia, he optado por lo que considero la mejor solución. Hemos visto que jurídicamente es posible que la Junta convoque unas elecciones que sufren permanentes y continuos retrasos, y por tanto, desearíamos aprovechar la ocasión para que el transito hasta que se celebren no deteriore a una institución que no se merece el trato recibido tanto por determinado medio de comunicación como por determinados estamentos políticos, por el único delito de no formar parte del coro de palmeros al que tan habituados están.
Hay normativa de la Junta de Castilla y León que permite y avala esta circunstancia. La Cámara de Comercio de Salamanca llega a esta situación con los deberes hechos, y ya cuenta con un reglamento que permite abordar el proceso electoral.
Durante mi mandato que comencé el 7 de julio de 2008, he tenido momentos gratos y sobre todo, trabajo, trabajo y trabajo, también he tenido decepciones. Me ha dolido especialmente que algunos plenarios tuvieran que renunciar a su lugar en el Pleno por amenazas y presiones, cuyo calificativo me voy a ahorrar, pero que imagino que ustedes, podrán adjetivar.
Sin embargo, nada supera en cuanto a amargura a la deslealtad que hemos vivido en los últimos días y sobre todo, por el sentimiento de ignorar qué puede haber movido a determinadas personas a arremeter no ya contra mi persona sino contra una institución como la Cámara y sobre todo contra quienes en el cumplimiento de su obligación se han mantenido firmes sin ceder a los chantajes y amenazas que han sido moneda común por esta casa.
Para tranquilidad de todos quiero testimoniar que si la Junta tiene a bien acceder a nuestra petición, y a pesar de que yo soy un hombre de organización y a ella me debo, quiero anunciar que no me presentaré a las próximas elecciones de la Cámara. Quiero en este punto agradecer muy sinceramente al personal de la Cámara y a todos los plenarios que han contribuido a mantener y mejorar la Cámara en momentos tan difíciles, su trabajo y su lealtad.
Y como parece que en este periodo para mucha gente el fin justifica los medios, y personas con una trayectoria impecable, de más de treinta años se han visto zarandeados y vilipendiados, me voy a permitir pasar la palabra a Gabriel Hortal, secretario de esta casa, para que pueda ante ustedes expresar su sentimiento ante el linchamiento que ha sufrido como profesional como parte de la estrategia de desgaste en la que no se ha reparado en el daño a las personas y a su dignidad como trabajadores de esta casa.
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MATERIAL MULTIMEDIA
1) El presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca, Juan Antonio Martín Mesonero, explica los motivos de su decisión:
2) Martín Mesonero comunica que no se presentará a las próximas elecciones camerales:
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