Este colectivo de periodistas de la ciudad es la primera organización sin ánimo de lucro en ocupar uno de los espacios de trabajo compartido en la Plaza de Sexmeros. La ASPE establece Tierra Coworking como su sede temporal de cara a sus socios y utilizará los espacios disponibles para desarrollar su trabajo diario.
El movimiento del trabajo colaborativo y la optimización y uso compartido de recursos cuenta cada día con más adeptos. El coworking se asocia generalmente a la actividad empresarial, a las startups y a los proyectos de nueva creación. No obstante, también es una alternativa para agrupaciones no directamente vinculadas a la oferta y la demanda. Por ello, el espacio de trabajo compartido Tierra Coworking, promovido por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Salamanca y por la Confederación de Organizaciones de Empresarios Salmantinos (CONFAES) con el apoyo de los Seniors Españoles para la Cooperación Técnica, SECOT, abre sus puertas a todas aquellas asociaciones que precisen de un espacio, para desarrollar sus actividades.
La presidenta de la ASPE, Elena Martín Morollón, y el Presidente de la Cámara de Comercio y CONFAES, Juan Antonio Martín Mesonero
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En Salamanca, el colectivo pionero en «subirse al barco» de Tierra Coworking es la Asociación Salmantina de Periodistas (ASPE) que, desde hoy, ocupa uno de los escritorios para uso exclusivo en horario completo, en las instalaciones de Plaza de Sexmeros, 3.
En defensa de la dignidad de los periodistas
La Asociación, sin ánimo de lucro y con presencia en la ciudad desde el año 1996, tiene por objetivo la defensa de la libertad de información y expresión, así como la defensa de la dignidad personal y profesional de los periodistas, el reciclaje y la formación contínua de sus asociados y la prestación de diversos servicios y productos a los mismos, a través de convenios a los que llega con diferentes entidades y empresas de Salamanca.
Elena Martín, presidenta de la actual junta directiva desde el año 2012, se ha mostrado muy satisfecha, al ocupar el espacio. «Era una de nuestras necesidades más acuciantes como colectivo: contar con lo más parecido a una sede física, para trabajar, atender a los socios y para mantener reuniones de trabajo internas, de la directiva», asegura.
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