AESFONCA reclama a las Administraciones una fecha límite para la sustitución de las calderas de carbón

La  Asociación de Empresarios Salmantinos de Fontanería y Calefacción, AESFONCA, integrada en la Confederación de Empresarios CONFAES, ha solicitado al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y a la Junta de Castilla y León el establecimiento de una fecha límite para la sustitución de las instalaciones de calefacción de carbón. Según sus estimaciones, solamente en la capital salmantina existen 200 comunidades de vecinos que utilizan dicho combustible, principalmente en el centro de la ciudad. 

La Asociación sugiere que Salamanca siga el ejemplo de Madrid. La capital de España ha sido una de las primeras ciudades en establecer una fecha límite, 1 de enero de 2020, a la utilización de las calderas de carbón, aunque el Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE) no exija explícitamente el cambio de las tecnologías actuales por otras menos contaminantes, al no existir ninguna mención sobre los combustibles fósiles.

El inicio del calendario de encendido de los sistemas de calefacción ha desencadenado en los últimos días las llamadas telefónicas de comunidades de vecinos de la capital preguntando a AESFONCA si su instalación seguía cumpliendo la normativa vigente.

Debido a la disparidad de criterios que ha existido en los últimos años, la propia Administración central concretó que las actuales calderas de carbón podrán alargar su vida útil siempre que se cumpliera una importante regla. “Las instalaciones de calefacción de carbón son válidas siempre que el cambio de energía no obligue a modificarlas”, explica Manuel Álvarez, presidente de AESFONCA.

Salamanca es actualmente una de las ciudades de Castilla y León en la que existe un mayor número de calderas de carbón, sistema que destaca por su gran potencia calorífica, pese a dañar al medio ambiente. “En una época en la que están muy controladas las emisiones contaminantes, el carbón es el combustible de calefacción menos eficiente y que más poluciona. Su presencia es residual en la mayoría de ciudades de la Comunidad, excepto en la nuestra”, recuerda Álvarez.

Por ello, AESFONCA reclama que exista un mayor control de las Administraciones equiparando el carbón a otros combustibles. “Dentro del RITE el carbón no aparece. Por tanto, el carbón no tiene que pasar las inspecciones de eficiencia energética que deben cumplir el resto de instalaciones. Se trata de un flaco favor a un combustible contaminante y poco eficiente en coste y gasto de energía, pese a los intentos que se han hecho instalando repartidores de costes o válvulas termostáticas”.

De esta manera, los empresarios salmantinos de fontanería y calefacción confían en que las comunidades afectadas tengan un plazo razonable para adaptar sus sistemas. “Tanto el Ministerio como la Junta deberían haber establecido un calendario de plazos para evitar males mayores. Desafortunadamente 200 comunidades en Salamanca se encontrarán en un futuro próximo con un problema en sus sistemas de calefacción que queremos evitar por todos los medios”, concluye el presidente de AESFONCA.